La ética bíblica

La ética bíblica

¿Cómo podemos vivir cada día de la mejor manera, tomando decisiones éticamente sólidas? De acuerdo con un diccionario, la «ética» es la disciplina que trata con lo que es bueno y lo que es malo y con la obligación y el deber moral. Quizá usted ha escuchado el término «brújula moral». Una brújula da dirección y nos ayuda a llegar a donde queremos ir físicamente; un código de ética nos da dirección para ayudarnos a saber cómo debemos de comportarnos a medida que andemos en la vida.

Premisas diferentes causan diferentes sistemas de ética. Por lo tanto, reconocer la premisa de uno es esencial para el entendimiento y la aceptación del sistema de ética en el cual se basa. Nuestra premisa en el ministerio de El Camino es que la Biblia, cuando está correctamente dividida, es la Palabra de Dios y la voluntad de Dios. Las Escrituras son nuestra autoridad final. Lo que es correcto es aquello que la Palabra de Dios dice que es correcto. Lo que es incorrecto es lo que la Palabra de Dios dice que es incorrecto; de igual manera con lo bueno y lo malo. Nuestra ética es la ética bíblica. La meta de un código de ética bíblica es ayudar a las personas a vivir con virtud, moral y rectitud. Por ejemplo, entender estas verdades nos ayuda a vivir cada día de la mejor manera:

EL PROPÓSITO DEL HOMBRE ES AMAR A DIOS y guardar Sus mandamientos— vivir para la gloria de Dios.


Eclesiastés 12:13:
El fin de todo el discurso oído es este: Teme
[respete, ame] a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.


Mateo 22:36-38:
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento.


I Juan 5:3:
Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.


Romanos 15:6:
para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

DIOS QUIERE QUE TODOS LOS HOMBRES SEAN SALVOS, renacidos, y que vengan al conocimiento de la verdad, para que puedan ser testigos efectivos para la gloria de Dios.


Romanos 10:9,10:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.


I Timoteo 2:3,4:
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

Antes de que un hombre de cuerpo y alma sea renacido, su conducta o manera de vivir es regida por la corriente de este mundo.


Efesios 2:2,3:
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
entre los cuales también todos nosotros vivimos
[anastrofé, nos condujimos] en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Una vez que una persona es renacida, él o ella llega a ser un ser tripartito de cuerpo, alma y espíritu. Ellos tienen ahora un lado espiritual, y su comportamiento— su manera de vivir, su código de ética— puede ser de acuerdo con la Palabra de Dios, dándole a Él la gloria.


II Corintios 4:6,7:
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.


Efesios 4:21-32:
si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
En cuanto a la pasada manera de vivir
[anastrofé, conducta], despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
ni deis lugar al diablo.
El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

CADA HOMBRE ES UNA PERSONA INDIVIDUAL en sí mismo— libre para escoger su estilo de vida y nunca el medio para los propósitos de otro hombre. Cada persona tiene que decidir por sí misma la manera cómo va a vivir. Pero nadie que está dispuesto a considerar la verdad puede negar los efectos positivos del nuevo nacimiento y de la mente renovada. Dios coloca en las manos de los creyentes cristianos la habilidad de tomar decisiones de acuerdo con la Palabra de Dios. El futuro de cada persona, el futuro de su progenie y el futuro del mundo en el cual viven será afectado por las decisiones y elecciones que tome por su libre albedrío.

Moisés declaró esta elección vital a los hijos de Israel:


Deuteronomio 30:19:
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

El apóstol Pablo dio guías claras a los creyentes cristianos en cuanto a qué querían que fuese su estilo de vida.


Filipenses 2:15,16:
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
asidos de la palabra de vida….


I Timoteo 4:12:
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

A medida que vivamos de acuerdo con el código de la ética bíblica, nosotros sí viviremos con virtud, moral y rectitud. ¡Glorifiquemos a Dios, a medida que sigamos la dirección de Su Palabra e inspiremos a otros a hacer lo mismo!

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