Proverbios 20:1:
El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio.
Proverbios 23:20 y 21:
No estés con los bebedores de vino, Ni con los comedores de carne;
Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el sueño hará vestir vestidos rotos.
Lucas 21:34:
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería [intoxicación] y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Romanos 13:13 y 14:
Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias [excesos], no en contiendas y envidia,
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
I Corintios 9:25-27:
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Gálatas 5:16-23:
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia [exceso],
idolatría, hechicerías [farmakéia: el uso de drogas, pociones o hechizos], enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Efesios 5:18:
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.
I Tesalonicenses 5:4-8:
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
II Timoteo 1:7:
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio [una mente sobria].
Tito 2:1-8,11 y 12:
Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.
Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien;
que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,
palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.
I Pedro 1:13:
Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.
I Pedro 5:8 y 9:
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Apocalipsis 18:23:
Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías [farmakéia] fueron engañadas todas las naciones.